Nuestra nueva casa está prácticamente lista, pero aún me faltan algunas cosillas como el cabecero de nuestra habitación. Quiero colocar un cabecero para no manchar la pared en esa zona porque si no con el tiempo acaba oscureciéndose. Llevo un tiempo dándole vueltas a qué hacer, cogiendo ideas de aquí y de allí,... estudiando que puede encajar en nuestra habitación.
Las opciones son variopintas: papel decorativo, vinilos, marcos de fotos (aunque no los encuentro cómodos para colocarlos a la altura de la almohada), cojines, cabeceros de piedra, tapices, escayola,...y ¡como no!, miles de tipos y estilos de cabeceros (en metal, en madera, en cuero, ...) algunos muy originales (aunque para la mayoría de ellos no dispongo del espacio suficiente).
El caso es que hace un par de años compramos un canapé abatible. Sabia decisión dado que nuestra nueva casa es muy chiquitina y así dispongo de "otro armario más". En su momento, no compramos ningún cabecero esperando a que nos dieran la casa y saber cómo iba a ser la habitación, los colores que utilizaríamos, el estilo, etc.
Os cuento, nuestra habitación es de forma rectangular y todo el mobiliario es blanco, exceptuando el canapé, que es de color wengé. Hemos colocado un espejo sobre la zona de los sinfoniers que destaca ya que el marco es en piel color wengé. Y, de momento, toda la habitación tiene las paredes en blanco.
He pensado que podríamos pintar la pared donde va el cabecero en algún color clarito que haga destacar esta zona, pero que no nos quite la sensación de amplitud y claridad que tenemos ahora. Otra opción es empapelar esta pared, pero a mi marido no le gusta la idea. Dice que si nos cansamos del papel y luego al quitarlo la pared se queda fatal, así que descartado.
De todas las ideas que he recopilado para hacer el cabecero, hay algunas que, aunque me encantan, no me sirven porque a los pies de la cama no disponemos de mucho espacio. Así que hemos descartado cualquier idea que suponga más de 4 cm de grosor. Sí, no es mucho, pero no podemos permitirnos reducir el espacio de paso que queda a los pies.