En casa tenemos mucho té. Té de distintos sabores y té llegado desde distintas partes del mundo.
Cuando volvimos del viaje de novios vinimos cargados de té. Té para nosotros y té para regalar. En la primera parte del viaje visitamos Sri Lanka (antigua colonia inglesa conocida como Ceilán), uno de los principales productores de té del mundo, que además está considerado como té de alta calidad. ¡Imposible volver a casa sin tan preciado tesoro!
A mí no me gusta el té. Nunca me ha gustado.Tan sólo tomo manzanilla cuando ya no puedo más, y porque sé que me pondrá bien. Como suelo decir: "a mí el agua caliente, sólo en la ducha". Incluso el olor me echa para atrás.
Sin embargo, a mi marido le gusta -como a gran parte de nuestra familia- y a mí me encantan todos los accesorios (las vajillas de té, las teteras, las cajas de té, los filtros...) que rodean este momento tan inglés.
Mi última adquisición, unos filtros muy veraniegos que compré estas vacaciones.
¿A que son originales?
Además, vienen con su tapita a juego para que tapes la taza mientras se hace el té y para que luego puedas dejar el saquito sin ensuciar el mantel.
¡Me encanta mi última adquisición!
No hay comentarios:
Publicar un comentario