Pájaros y más pájaros

No sé que me pasa con los pájaros, pero en el último año me he hecho con un montón de ellos. En distintas formas y colores, de distintas utilidades, pero al fin y al cabo todos son pájaros.

Ya os mostré los pájaros-perchero de la casa Qualy que he colocado en la habitación del peque.

Pues bien, estaba de compras las pasadas Navidades cuando entré en Oysho - seguro que conocéis esta tienda de ropa interior, ropa para estar por casa cómoda y accesorios y complementos - cuando dí con algunos de esos complementos originales.

Lo que me atrajo fue la presentación del producto, lo que se conoce como packaging, y no me pude resistir.

El material de la casita de pájaro es cartón, mientras que el tronco donde se asoma el búho es de madera.

Y es que poner atención al envoltorio viene a ser tan importante como el producto en sí, puesto que puede ser el elemento clave que haga que nos decidamos a comprar un artículo aunque no lo necesitemos. Por ello, el diseño atractivo del envase es un valor añadido.

Tanto me gustaron que los regalé a más de un familiar, y por supuesto, me autoregalé unos. ¡No me iba yo a quedar sin ellos!

En Qualy también prestan especial atención al packaging de sus productos. Pensando no sólo en el diseño si no también en la funcionalidad del envase, ya que además de presentarnos sus productos de forma atractiva, ahorran en la impresión puesto que las instrucciones de montaje de los productos vienen impresas en el mismo envase. 

Retomando el tema de los pajaritos, este verano he vuelto a casa con más...

No sé a qué uso concreto está destinado, pero lo vi y como no me lo quitaba de la cabeza, el último día de vacaciones lo tuve que comprar. Puede servir para colgar los collares de las ramas o para dejar las sortijas y pendientes a mano, aunque posiblemente sea un elemento meramente decorativo. Por lo menos, así es en casa.

Ya os digo yo que no sé que me pasa últimamente pero me rondan los pajarillos...