Está claro que no estamos en Carnavales, aunque puede que muchas de las que tenéis niños pequeños últimamente hayáis tenido que preparar algún disfraz para la fiesta fin de curso de vuestros peques. No es mi caso, Unai sólo tiene 7 meses y aún no va a la guardería, pero quería enseñaros el disfraz que le preparé para Carnaval.
Como en esa época hace frío y el niño era muy pequeño, quise hacerle un disfraz muy calentito y me decanté por disfrazarlo de pingüino.
Busqué un poquito por Internet y encontré este fantástico post que me sirvió de inspiración.
Como Unai tenía poco más 3 meses, hice algunas modificaciones del diseño original para adaptarlo a las necesidades de mi peque, buscando la comodidad y la practicidad, dos premisas a tener muy en cuenta cuando hablamos de niños.
Por ejemplo, la parte del cuerpo la convertí en un saco con una fácil y rápida abertura lateral en el que podía meter y sacar al niño fácilmente para cambiarle los pañales, etc. Como el niño no iba a andar pegué los pies a la base del cuerpo e hice lo mismo con el gorro, que lo uní al cuerpo del disfraz para que niño estuviera más calentito.
Utilicé tejidos muy calentitos, de tipo polar con pelo cortito (el tejido negro), para que el niño no pasase frío.
La guata me sirvió para rellenar y resaltar zonas como el pico, los pies, las alas. También lo usé para rellenar la parte frontal del saco (la parte blanca) sirviendo así de aislante térmico, de forma que el disfraz fuera más caliente en esa zona que quedaba más expuesta.
No hizo falta agobiar al niño con un montón de ropa. Lo vestí cómodamente con un chándal de franela, y tras introducirlo en su saco-disfraz fue bien calentito en su capazo.
Y he aquí el pequeño pingüino de casa:
Para no tener mucha idea de costura no me quedó nada mal, ¿verdad?
